Articulo
Introducción
Los trastornos disociativos poseen una larga historia en la psicopatología clásica, lo cual ha vuelto a lo largo del tiempo un tema bastante interesante y llamativo tanto para profesionales como para el público. Estos trastornos muestran mucho sobre la vía por la cual los humanos se adaptan al estrés traumático y sobre la información que procesa el cerebro.
Los trastornos disociativos fueron incluidos en el DSM-III (American Psychiatric Association, 1980) y en su edición revisada DSM-III-R (American Psychiatric Association, 1987) y se han seguido conservando en el DSM-IV (American Psychiatric Association, 1994).
Los trastornos disociativos se caracterizan por alteraciones en la organización integrada de la identidad, la memoria, la percepción y la consciencia. Las cuales son situaciones que comúnmente se experimentan como un suceso continuo que se aíslan de los otros procesos mentales con los cuales normalmente se asocian. Los pacientes con un trastorno de identidad disociativo no sufren por tener más de una identidad, sino por tener menos de una. El problema es la incapacidad de integración más que el contenido de los fragmentos.
Los trastornos disociativos como se mencionan antes son un reto para el área mental. La sintomatología resultante de la falta de integración de la memoria, la identidad, la percepción y la conciencia que se observa en estos trastornos lo que revela los problemas fundamentales en la organización de los procesos de pensamiento. Por lo que es tan emocionante y desafiante para terapeutas y científicos.
Articulo PDF (1) Trastorno Disociativo pág. 682 (pdf)
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