Trastorno de Identidad Disociativo

 Criterios Diagnósticos DSM-V

300.14 (F44.81)

A. Perturbación de la identidad que se caracteriza por dos o más estados de la personalidad bien definidos, que se puede describir en algunas culturas como una experiencia de posesión. La perturbación de la identidad implica una discontinuidad importante del sentido del yo y del sentido de la entidad, acompañado de alteraciones relacionadas del afecto, el comportamiento, la conciencia, la memoria, la percepción, el conocimiento y/o el funcionamiento sensitivo-motor. Estos signos y síntomas pueden ser observados por parte de otras personas o comunicados por el individuo.

B. Lapsos recurrentes en la memoria de acontecimientos cotidianos, información personal importante y/o sucesos traumáticos incompatibles con el olvido ordinario.

C. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

D. La alteración no es una parte normal de una práctica cultural o religiosa ampliamente aceptada. Nota: En los niños, los síntomas no deben confundirse con la presencia de amigos imaginarios u otros juegos de fantasía.

E. Los síntomas no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p.ej., laguna mental o comportamiento caótico durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja).


Edad de inicio: En la niñez


Comorbilidad

  • TEPT
  • Trastornos depresivos
  • Trastornos de personalidad (límite y evitativa)
  • Trastorno de conversión
  • Trastorno de síntomas somáticos
  • Trastornos de la alimentación
  • Trastornos relacionados con sustancias
  • Trastorno obsesivo-compulsivo
  • Trastornos del sueño

Diagnóstico Diferencial

  • Otro trastorno disociativo especificado
  • Trastorno depresivo mayor
  • Trastornos bipolares
  • Trastornos de estrés postraumático
  • Trastornos psicóticos
  • Trastornos inducidos por sustancias/medicamentos
  • Trastornos de la personalidad
  • Trastorno de conversión (trastorno de síntomas neurológicos funcionales)
  • Trastornos convulsivos
  • Trastorno facticio y simulación

Tratamiento

Recuperación de la memoria: Al conceptualizar el trastorno de identidad disociativa como un trastorno por estrés postraumático crónico, la estrategia psicoterapéutica se basa en el trabajo realizado sobre los recuerdos traumáticos y en el control de la disociación. La terapia se convierte en una experiencia integradora para que los distintos elementos de la personalidad compartan la misma información.

Regla de los tercios: El primer tercio de la sesión psicoterapéutica debe emplearse en valorar el estado mental actual del paciente y sus problemas vitales y en definir el área problemática que puede beneficiarse de la recuperación hacia la memoria consciente y de su posterior trabajo. El segundo tercio de la sesión se debe emplear en acceder y trabajar sobre los recuerdos. El tercer tercio debe emplearse para ayudar a que el paciente asimile la información, a regular y modular las respuestas emocionales, a discutir cualquier respuesta con el terapeuta y a planificar el futuro inmediato.

Integración: La última meta de la psicoterapia en el trastorno de identidad disociativa es la integración de los estados dispares. Puede existir una resistencia considerable a este proceso.

Psicofarmacología: Existen muy pocas pruebas de que los fármacos psicoactivos sean de gran ayuda en la resolución de las amnesias funcionales. Mientras que en el pasado se utilizaban barbitúricos de corta duración, como el amobarbital sódico por vía endovenosa, para resolver las amnesias funcionales, esta técnica ya no se emplea en la actualidad, principalmente por sus malos resultados (Perry y Jacobs, 1982). En algunas ocasiones se han empleado las benzodiacepinas para facilitar el recuerdo mediante el control de la ansiedad secundaria que se asocia con la recuperación de los recuerdos traumáticos.







 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Trastorno de despersonalización/desrealización